Tras el éxito de la movilización mundial del 15-O, es necesario plantearse qué es lo que de verdad podemos y tenemos que hacer para lograr los objetivos planteados y que son los que han logrado movilizar y fidelizar a millones de personas en todo el mundo. Los hechos están ahí y son evidentes:
-El librito de Hessel "Indignaos"sigue siendo masivamente adquirido.
-Tres de cada cuatro personas simpatiza con el movimiento 15M. Saben que dicho movimiento lo formamos gente de la calle, de a pie, de todas las edades y de diversas tendencias.
-La sensación de que de seguir así vamos derechos al abismo está cada vez más generalizada pero, aún sabiéndolo, parece que no nos terminamos de creer que vaya a pasar.
-Muchos cerramos los ojos a la realidad y confiamos en que las elecciones solucionen nuestros problemas cuando en realidad sabemos que lo único que van a hacer las elecciones es legitimar unas medidas de ajuste brutales, gane quien gane, no nos engañemos. Los que mandan de verdad no son candidatos. Siempre están ahí.
- También sabemos que esas medidas van a crear una conflictividad social y laboral casi sin precedentes en nuestro pais ( los precedentes son tan lejanos que hay muy pocos que se acuerden).
La realidad es demoledora y algo hay que hacer. Tenemos que despertar y actuar. Queda poco tiempo. Está muy claro que es el pueblo el que manda, pero lo tiene que demostrar. Enfadémosnos, no votemos a quien no nos representa. Obliguémosles a cambiar. Con una manifestación, por muy masiva que sea, si luego les votamos, no hacemos nada. Propongo la abstención masiva, del 70% por lo menos para que se sienten a reflexinar de verdad. Y propongo también una línea de debate y trabajo de cara al futuro. Se llama teoría del decrecimiento. Hay grandes pensadores y economistas detrás. Hablemos, discutamos, pero sobre todo, actuemos.
